La vida sigue igual
Cuando se miente sin escrúpulos todo se vuelve asqueroso. Pero también cuando se deja mentir.
Cuando un político, un grupo político, una entidad politizada, un medio de comunicación interesado, los bancos, las cajas, y hasta tu médico te mienten, pues empieza uno a pensar según qué cosas.
Difícil es no hablar de las mentiras de esta super-mega-crisis-económica mundial que lo que ha hecho es confirmarme como funciona el mundo capitalista, y si esta crisis supone la duda del capitalismo que baje Marx y lo vea, porque yo veo que los empresarios, banqueros, y los lobbies son mas ricos y los trabajadores mas pringaos. ¿Es eso es la crisis del capitalismo? ¡Venga ya! Será la crisis de siempre, la de los currantes y sobre todo la de los pobres.
Otro tema cojonudo es el de:
Y no puedo hablar del Caso Gürtel porque acabo de terminar de desayunar.
Lo que ya toma un color, que no es ni negro, son las mentiras del Partido Popular. Este verano hemos protagonizado la de los espias secretos que Cospedal ha visto pero que no se siente inclinada a revelar. Pero hoy, sólo pocas semanas después ya está Rajoy desmintiendo ese estado de dictadura fascista que se vive en España.
Mucha gente se está tomando esto como esas cosas que dice el PP, y parece que carece de importancia, pero no. No por la gravedad de lo que ocurre en España con este grupo político. Porque ya está bien, ya está bien de que no podamos avanzar por miedo a yo qué se...
Pensaba que despúes de lo que había ocurrido con el 11M el gobierno español habría aprendido el estado de ánimo de España para según que mentiras.
Las mentiras del 11M son las mas gordas que se han dicho en los últimos años, y nos deben no sólo la verdad, sino también perdón. Perdón a todos los ciudadanos por no habernos dejado asumir un luto como pueblo, porque desde el primer momento la cortina de humo de ETA, y después averiguar que nos mentían descaradamente, no dejaron que nuestro luto se completase. Le deben un perdón a los policías que estuvieron recogiendo cuerpos deshechos de madrileños mientras oían sonar móviles de padres, amigos y familiares que quería pensar que esa persona había sobrevivido. Le deben perdón a la Guardia Civil, al CNI, a los psícologos, a los médicos, a los servicios de emergencia, a los servicios sociales...
Y sigue:
No era tiempo de talante, era tiempo de exigir responsabilidades y exigir cierta decencia porque a mucha gente de este país se nos llamó mentirosos, pancartistas, titiriteros...
Y tampoco fue el momento del consenso, porque las heridas no se han cerrado porque nadie a hecho porque las cosas cambien.
Ahora veo que tampoco el PSOE va a pedir explicaciones ni va a tomar medidas legales por el espionaje falso ni por las mentiras...
La vida sigue igual...
