30 sept 2009

¡Ay, Lolita!

" Ahora creo llegado el momento de presentar al lector algunas consideraciones de orden general. Entre los límites de los nueve y los catorce años, surgen doncellas que revelan a ciertos viajeros embrujados, dos o tres veces mayores que ellas, su verdadera naturaleza, no humana, sino nínfica ( o sea demoníaca); propongo llamar nínfulas a estas criaturas escogidas.
(...)
Entre esos límites temporales, ¿son nínfulas todas las niñas? No, desde luego. Tampoco es la belleza una piedra de toque; y la vulgaridad - o al menos lo que una comunidad determinada considera como tal- no daña forzosamente ciertas características misteriosas, la gracia letal, el evasivo, cambiante, anonadante, insidioso encanto mediante el cual la nínfula se distingue de esas contemporáneas suyas.
(...)




Era la misma niña: los mismos hombros frágiles y color de miel, la misma espalda esbelta, desnuda, sedosa, el mismo pelo castaño. Un pañuelo a motas anudado en torno al pecho ocultaba a mis viejos ojos de mono, pero no a la mirada del joven recuerdo, los senos juveniles. Y como si yo hubiera sido, en un cuento de hadas, la nodriza de una princesita, reconocí el pequeño lunar en su flanco.
(...)
Si pedimos a un hombre normal que elija a la niña más bonita en una fotografía de un grupo de colegialas o girl scouts, no siempre señalará a la nínfula. Hay que ser artista y loco, un ser infinitamente melancólico, con una burbuja de ardiente veneno en las entrañas y una llama de suprema voluptuosidad siempre encendida en su sutil espinazo, para reconocer de inmediato, por signos inefables - el diseño ligeramente felino de un pómulo, la delicadeza de un miembro aterciopelado y otros indicios que la desesperación, la vergüenza y las lágrimas me prohiben enumerar- al pequeño demonio mortífero ignorante de su fantástico poder.
(...)

Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar para apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta. Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana, un metro cuarenta y ocho de estatura con pies descalzos. Era Lola con pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en mis brazos era siempre Lolita. "

Lolita (1967) Vladimir Nabokov

Cuando leí este libro, que me parece una obra maestra, pensé que era el libro que mas controversia habría creado en la historia de la literatura. Aún lo sigo pensando, aún sigo dándole vueltas a todas las dudas que todavía me vienen a la mente. Escribir un libro como este me parece toda una valentía, ya que marcó toda la vida del escritor, ya que fue tachado de las peores cosas imaginables.
Lo recomiendo.

8 comentarios:

Blogger PSYCOMORO ha dicho...

En ocasiones, hablar de cosas tan esenciales como el sexo y no esperar la aprobación de una sociedad dormida es arriesgado. Pero alguien tiene que cambiar las cosas, y este señor lo hizo, aunque fuera a costa de la incomprensión más mezquina. Gracias por recordárnoslo. Un beso.

2 de octubre de 2009, 17:40  
Blogger NoSurrender ha dicho...

Para mí, es una de las obras mejores de todo el siglo XX. Comprendo que rompe muchos esquemas y muchos valores, pero ¿quién dijo que abrir los ojos a la literatura no lo es?

Humbert Humbert tiene una obsesión destructiva, pero no deja de ser un hombre con inteligencia, cultura y sensibilidad porque ¿quién dijo que fuera incompatible?. Ah, qué duro es siempre aceptar lo políticamente incorrecto :)

besos.

3 de octubre de 2009, 22:35  
Anonymous Anónimo ha dicho...

El hombre maduro que ama es un arquetipo literario que Lolita lleva hasta el final. Me viene a la memoria "La flaqueza del bolchevique", con un tema similar. Duele..., aunque Lolita no sea tan niña ni tan inocente como nos han dicho que con su edad debería ser. Ninguna niña de 15 años lo es. No obstante, no puedo dejar de pensar que es tan solo una niña, una niña traviesa sí pero nada más que eso. Es él el que tiene el problema, si es un problema amar a alguien tan joven.

Desde luego es una obra valiente, que sigue ahí, viva pero flotando en un limbo de ¿escándalo? que sigue resultando sorprendente.

Un beso, bonita mía

Por cierto, ¿tú te has fijado como te pareces a Ava Gardner?

6 de octubre de 2009, 8:52  
Blogger Vito ha dicho...

Menudo tema, complicado situarse a un lado u otro de la orilla. Me gustaría saber como una mente puede evolucionar una idea, siempre presente en la esencia del ser humano hasta conseguir enmarcarla en un libro y hacer que recorra tu mente. Cuando nos hacen pensar, nos ayudan a vivír.
Besos!

6 de octubre de 2009, 10:44  
Blogger Claudia ha dicho...

PSYCO, la verdad es que da tristeza ver cómo cambió la vida de Nabokov, lo que dijeron sobre su vida y sus tendencias sexuales... Creo que hay que leer el libro y darse cuenta de cómo es todo el libro. Cuando se pasó al cine no se hizo de la manera correcta, porque no reflejaba bien lo que era esa relación se quedaron con el morbo, un señor enamorado de una niña...
Hay que leerlo.

Un besazo

7 de octubre de 2009, 15:06  
Blogger Claudia ha dicho...

NoSurrender, la verdad es que leer y leer sobre libros buenos, libros que te hacen cambiar de parecer siempre es maravilloso, aunque muchos intentan "matar" la lectura con la TV... Lo primero que han hecho los gobiernos nazionalsocialistas siempre han sido hacer una quema brutal de libros... Me acuerdo de Farenheit 451...

Un besote

7 de octubre de 2009, 15:08  
Blogger Claudia ha dicho...

Los Pasos... creo que Lolitas va a ver siempre, y el cine nunca expresa bien esa relación entre Humbert y Lolita... La peli de la Flaqueza del Bolchevique o la serie esta nueva de TV no creo que exprese bien lo que pasa entre esas dos personas...
El problema es que Lolita tiene 13 años en el libro cuando empieza la relación, ella es de armas tomar, pero cada noche que pasa llorando en la cama él tiene toda la culpa, por marcharse con ella y no dejar que su vida sea la de una chica mas o menos normal, porque ella es una niña caprichosa y a menudo insoportable, no tiene cabeza para saber que es lo que la hace feliz... No se, es complicado.
Un pedazo de libro.
Muak

7 de octubre de 2009, 15:13  
Blogger Claudia ha dicho...

Vito, creo que la mente humana tiene muchos recovecos, tanto buenos como malos, no hay límite, pero hay que pensar con libertad y decir lo que se quiera y se sienta.
Un libro no deja de ser ficción...

Un besin

7 de octubre de 2009, 15:16  

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